¿Por qué sucede esto?
Muy frecuentemente, enfrentamos una necesidad con otra al usar los ríos y lagos para satisfacer nuestras necesidades. Cultivamos alimentos de formas tales que contaminan nuestra agua potable. Generalmente, fabricamos productos de formas tales que utilizamos más agua que la necesaria. Organizamos los bosques sin considerar la erosión que se arrastrará a nuestras aguas.
Podemos y debemos realizar mejores elecciones o continuaremos arruinando todas las fuentes que necesitamos y deseamos.
Degradación y destrucción de la naturaleza
Los bosques, las praderas, los humedales y las llanuras ayudan a mantener la erosión y otra contaminación lejos de nuestras fuentes de agua. También disminuyen la velocidad del agua de lluvia, lo que ayuda a estabilizar el flujo de agua hacia los ríos, los lagos y las aguas subterráneas.
De hecho, los bosques y humedales proporcionan agua potable para muchas de las ciudades del mundo, pero hemos perdido la mitad de nuestros humedales desde 1900 y estamos perdiendo aproximadamente 13 millones de hectáreas de bosque por año – el equivalente al tamaño de 32 millones de canchas de fútbol americano.
Uso del agua agrícola y sus impactos
Los campos y las haciendas producen la comida, el algodón y otros productos que necesitamos y deseamos. Pero la agricultura da cuenta del 70% del agua que se extrae de ríos, lagos y aguas subterráneas. Y según un estudio realizado por EPA, la agricultura es la fuente principal de deficiencia de las fuentes de agua dulce de EE. UU.
Si el exceso de fertilizantes se vierte en ríos y lagos puede causar brotes de algas que generan problemas de sabor y olor en el agua potable y, en algunos casos, puede causar problemas de salud. Las aguas cargadas con nitrógeno también pueden dañar a los peces y otros animales y contribuyen a la hipoxia del golfo, o “zona muerta”, en el Golfo de México.
Calentamiento global y cambio climático
Las temperaturas más altas como consecuencia del calentamiento global están evaporando los suministros de agua y reduciendo las lluvias, lo que exacerba la escasez de agua. Un estudio reciente realizado en conjunto por los científicos Rob McDonald y Carmen Revenga de Conservancy proyecta que mil millones de residentes de ciudades de todo el mundo vivirán con menos de 100 litros de agua por día para 2050. Ello es dos tercios de una tina de agua.
El estudio dice que otros 100 millones de personas de ciudades podrían sufrir escasez de agua debido a los impactos del cambio climático mientras que hasta 3 mil millones podrían sufrir escasez de agua como mínimo durante un mes del año.
La ultima gota (Crear conciencia)
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